NO TE AUTOMEDIQUES. Antes de comenzar, preguntémonos lo siguiente: ¿Realmente somos sinceros?, ¿Somos transparentes?, ¿Decimos la verdad únicamente dependiendo con quien estemos?... Antes de introducirnos a esta reflexión es importante estar claros ante esas interrogantes que nos hemos planteado, ya que lo que viene a continuación es vital para que podamos ver, analizar y entender lo que Dios quiere revelarnos. Vivimos en una generación que estamos llenos de máscaras, pensando en que todo está bien, en que yo puedo con los problemas, en que yo no necesito ayuda de nadie y mucho menos de Dios, de que no peco, de que soy mejor que otros, de que tengo el control de mi vida, que no necesito que nadie me hable y se meta en mi vida, etc. Pero en realidad como lo mencionaba antes somos una generación llena de máscaras ya que reímos y mostramos una apariencia ante el mundo para creer que todo está bien, pero cuando estamos solos lloramos, reconocemos nuestras fallas, nos miramos a
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